«La vida te mostrará máscaras que valen todos tus carnavales» »
Ralph Waldo Emerson
Mi abuelo paterno era numismático (coleccionista de monedas), mi padre era un notafilista (coleccionista de monedas) y mi madre solía coleccionar muñecas. Después de que mi madre falleció hace 30 años, heredé su colección de muñecas. Mi madre tenía más de 75 muñecas. Cuando era niña, era genial tener una mamá que coleccionaba muñecas, pero al estar en mi adolescencia y haberla perdido de manera abrupta, no quería conservar esa colección. Así que decidí dárselas a los niños en el orfanato al lado de la casa de mis abuelos.
Regalar las pertenencias de mi madre fue un gran problema porque para mi padre era como si estuviera rechazando el legado de mi madre. Para mí, fue una decisión clave en mi vida. El día que tomé la decisión, defendí mi derecho a conservar sólo lo que me hacía feliz y seguir caminando mi futuro con menos cosas que cargar. La claridad de mi decisión fue tan fuerte que mi padre no tuvo otra opción que aceptar. Sin embargo, unas semanas más tarde me llevó al psicólogo (que en realidad era un coach de vida) porque estaba preocupado por el extraño deseo que yo tenía de no guardar todo y darle un sitio a cada cosa. Fue gracias a ese coach que escuché por primera vez la noción de "colecciones de máscaras o identidades" (estoy hablando de esas máscaras que llevamos puestas pero que no vemos). Mi coach fue la primera persona en explicarme que todos usamos "máscaras" todo el tiempo y la mayoría de las veces las usamos como parte de nuestras identidades o para ocultar nuestros temores, debilidades, para ocultar quiénes somos realmente. Esas máscaras son en la mayoría de casos automatismos que tenemos en diferentes situaciones, como un medio de protección. En esa época él me animó a utilizar la máscara de la "niña valiente" y gracias a esa mascara pude superar la pérdida de mi madre.
Muchos años después, me vine a vivir a Bélgica y uno de los primeros trabajos que tuve aquí fue como administrador de un sitio web en para coleccionistas. Tuve que traducir todas las categorías de colecciones del francés al español. Aprendí en ese momento todas las colecciones increíbles que la gente suele tener: colecciones de cabello, etiquetas de queso, botellas de vino, latas de cerveza, ... Durante un salón que hice para esa compañía, conocí a una señora que tenía una colección magnifica de máscaras venecianas y gracias a ella volví a recordar la noción de "colección de máscaras". En ese período, decidí hacer un seguimiento de la máscara que acostumbraba a ponerme y traté de entender la razón por la que estaba utilizando todas esas máscaras. Las máscaras que acostumbraba a usar más era la de la "madre perfecta". Comencé a usarla cuando tuve a mi primera hija, y fue un reflejo natural e inconsciente para una nueva madre sin experiencia. Luego, tuve la máscara de la "buena trabajadora", para mostrar mi profesionalidad (solía llegar a la oficina a tiempo e irme más tarde de lo normal). También utilizaba mucho la máscara de "Estoy cansada", "No puedo hacerlo", ... todas las máscaras que me mantenían en mi "zona de seguridad". Hacer un seguimiento de las máscaras que llevaba puesta y tratar de entender por qué me ayudó a seguir el camino para poder hacer realidad de mi propósito en la vida.
Luego, algunos años después, me convertí en Consultora del método de organización de KonMariTR y en coach certificada. Comencé el camino de organizar mi hogar. Comencé mi “festival de organización” por categorías como sugiere el método KonMari(puedes leer en esta publicación de blog sobre el Método KonMari)y cuando llegué a la categoría Komono vi todas las colecciones que tenía: una colección de recuerdos, una colección de bolígrafos, una colección de tarjetas de visita, algunos de los billetes de la colección de mi papá. Decidí guardar sólo las colecciones que me hacían sentir feliz (la colección de recuerdos y de billetes) y todas los demás las dejé ir con gratitud porque ya no me daban alegría. La colección de tarjetas de visita fue útil y divertida de mantener cuando era una experta administrativa de tiempo completo, al igual que la colección de bolígrafos, pero ya no se alineaban con la persona en la que me estaba convirtiendo en ese momento.
Además de mis colecciones de cosas, arreglé las "colecciones de máscaras e identidades" que solía tener y también decidí dejarlas ir (la de la cansada, la estresada, la "mujer perfecta", " la madre perfecta) Decidí quedarme solo con las que me ayudan a seguir avanzando y a alcanzar mis metas. Uso esas máscaras todo el tiempo porque me ayudan a ver las cosas desde otra perspectiva. Por ejemplo, uso mucho la máscara de la "guerrera" para sentir la fuerza para seguir adelante sobre todo en los momentos difíciles. Utilizo también mucho la máscara de la "chispa de alegría" para mantener mi luz brillante, uso la máscara de la "princesa" de la "madre cool", de la "mujer sexy", la "súper feliz". Elijo conscientemente de amplificar el sentimiento que me dan esas máscaras positivas y, al hacerlo, consigo sentirme alegre, feliz, sexy y fuerte. Esa es la magia de la colección de máscaras e identidades positivas.
Y tú, ¿cuál es la máscara que más usas? Si tiene que hacer el balance de las máscaras e identidades que estas utilizando, ¿cuáles serán las que vendrán primero? ¿Y qué tipo de colecciones tienes? ¿Cómo te hacen sentir hoy en día esas colecciones?
Deseo de todo corazón que, en este período, puedas usar la magia de la máscaras e identidades positivo para cambiar tu vida y hacer que se convierta en un constante y feliz carnaval. ¡Porque como decía la cantante Celia Cruz, la vida es un carnaval!
Con todas mis máscaras de amor incondicional y alegría, Eli.