"Sé amable, porque todos los que conoces están librando una dura batalla".
En el día a día de mi trabajo como coach de vida y coach en organización, no dejo de sorprenderme al ver como somos de complejos los seres humanos. Me fascina ver en las personas que acompaño, todo ese potencial humano que tenemos, la capacidad de ser únicos, la creatividad, la invención y también la facilidad que tenemos para complicar las cosas fáciles. Me encanta ver las diferentes formas de pensar, sentir y reaccionar que tenemos los seres humanos y que están influenciadas por nuestras culturas, creencias, visiones y sobre todo experiencias de vida.
Esa diversidad nos muestra dos lados de la cara de una moneda, que podríamos decir un lado positivo y otro negativo, pero yo prefiero decir que son dos extremos diferentes. En el caso de la organización estos extremos se caracterizan por un orden excesivo y el otro en un desorden total. Entre los desórdenes más peculiares está el síndrome de acumulación compulsiva, síndrome del acaparador compulsivo, trastorno por acumulación o disposofobia. Las personas que presentan este síndrome desarrollan una necesidad “obsesiva compulsiva” por acumular objetos, siendo incapaces de deshacerse de lo mas mínimo, aunque aparentemente no tenga ningún valor, presenta algún peligro o es insalubre. Por ejemplo, he visto personas que guardan las mascaras sanitarias, los empaques azules donde vienen los champiñones, las bolsas de papel del pan.
Los objetos acumulados pueden llegar a ser tantos y tan variados, que además de ser un peligro latente, llegan a impedir el libre tránsito en el hogar, interfiriendo con las actividades cotidianas elementales, como cocinar, limpiar, descansar, dormir y utilizar las instalaciones sanitarias. La disposofobia provoca tal apego a lo acumulado, independientemente de su valor, que las personas afectadas por este síndrome se alteran si otros tocan sus cosas, padeciendo intensos episodios de ansiedad ante la pura idea de tener que desechar o separarse de ellas.
Las causas del trastorno de acumulación compulsiva no están claras. Se están estudiando la genética, el funcionamiento del cerebro y los sucesos estresantes en la vida como posibles causas. Pero en la mayoría de los casos los factores que favorecen la aparición de este síndrome son :
- La personalidad: Muchas personas con trastorno de acumulación compulsiva tienen un temperamento indeciso, entre otros rasgos.
- Antecedentes familiares: Hay una estrecha relación entre tener un familiar con trastorno de acumulación compulsiva y padecer este trastorno.
- Acontecimientos estresantes de la vida: Algunas personas padecen trastorno de acumulación compulsiva después de un suceso estresante difícil de afrontar, como la muerte de un ser querido, un divorcio, un desalojo o perder posesiones en un incendio.
El trastorno de acumulación compulsiva puede causar múltiples complicaciones, entre ellas:
- Mayor riesgo de caídas
- Lesiones o riesgo de quedar atrapado en medio de artículos que se dan vuelta o se caen
- Conflictos familiares
- Soledad y aislamiento social
- Condiciones insalubres que ponen en riesgo la salud
- Riesgo de incendio
- Desempeño deficiente en el trabajo
- Problemas legales, como un desalojo
Síndrome de Acumulación vs Síndrome de Diógenes
Existen dos grandes diferencias entre el síndrome de acumulación y el síndrome de Diógenes : Las personas que tienen Diógenes, por lo general, acumulan basura y desperdicios sin criterio ninguno. Esto hace que su casa esté siempre sucia. En los acumuladores no siempre está sucio lo acumulado. Las personas con Diógenes, debido a lo anterior, presentan un deterioro personal. En el trastorno de acumulación no se presenta siempre este deterioro.
Un abandono extremo de la higiene personal y la acumulación de objetos inservibles, y basura, son los dos síntomas característicos en el síndrome de Diógenes. En 1960 se realizó el primer estudio científico de dicho patrón de conducta, y en 1975 se lo bautizó como «síndrome de Diógenes». Esta denominación hace referencia a Diógenes de Sinope, filósofo griego que adoptó y promulgó hasta el extremo la independencia de las necesidades materiales y los ideales de privación (lo que se conoce como cinismo clásico); se emplea esta denominación porque Diógenes solo portaba consigo lo estrictamente necesario y, por lo tanto, coincide con la conciencia de las personas que sufren este síndrome ya que creen que todo lo que almacenan o guardan es o será necesario en algún momento.
Mi experiencia y mis acompañamientos para personas con el Síndrome de Acumulación y Diógenes
Durante estos últimos años, he tenido la oportunidad de acompañar a más de 5 personas con este síntoma y lograr con ellas(os) encontrar un equilibrio que les permite sentirse nuevamente bien. Mi acompañamiento en este tipo de situaciones se hace de forma progresiva, para permitirle a la persona salir de su estado de sufrimiento. La empatía, la escucha, el diálogo y la paciencia son parte importante del proceso. El primer paso en el acompañamiento de una persona con este síndrome es de darle prioridad a su propia seguridad (física y mentalmente). Un acompañamiento personalizado es clave en la etapa de desprendimiento de la persona. Poco a poco la persona recupera la capacidad de soltar el vínculo obsesivo que ha creado con los objetos y podrá recuperar un estilo de vida más sano y libre de objetos innecesarios.
Si cree que alguien cercano a su entono sufre de este síndrome, le invito a que me contacte aquí, y juntos decidiremos la mejor forma de ayudar a esta persona.
