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El arte de dar y recibir regalos. Cuatro consejos para aprovechar al máximo los regalos este periodo de fiestas

"El valor de un regalo no depende de su precio, sino del corazón que pongas en él"

Imagino que ya has elegido el "regalo perfecto" para tu amante, un familiar, un universitario, tu mejor amigo (mejor amiga), ... e imagino que estás deseando que llegue el momento de hacer el regalo.

Imagino que habrás tenido en cuenta todos los consejos que puedes encontrar en Internet sobre cómo elegir el regalo perfecto. Que ha tenido en cuenta la La regla de los 4 regalos (inventada en Inglaterra en 2016), que se basa en estos cuatro pilares a la hora de elegir un regalo: querer, llevar, querer y leer. O que eres, como yo, fan de los "regalos experiencia" (para dar vida a una situación, una emoción, un sentimiento: Regalar una entrada para el cine, el teatro, un primer vuelo/pista, ...). Sea cual sea el estilo de regalo que haya elegido, pronto llegará el momento de dar/recibir regalos.

Dar y recibir regalos también es un arte. Me gusta el principio que siguen los japoneses cuando reciben un regalo: lo abren después, en la intimidad de su hogar. Los japoneses abren su regalo solos y, si les gusta, se lo quedan y, si no, dan las gracias a la persona y al regalo y "lo dejan ir" (dan el regalo a alguien que pueda usarlo/amarlo). Pero también me gusta el estilo "latino": abrir el regalo delante de la persona que te lo hace y gritar de alegría (aunque no te guste el regalo). Por supuesto, el que yo uso.

Durante años me he dedicado a desarrollar el arte de dar/recibir regalos, y hoy comparto contigo 4 consejos que me funcionan muy bien a la hora de dar o recibir un regalo. Te toca a ti probarlos:

1. El arte de la honestidad:

Saber decir "no me gusta el regalo", "no lo usaré". Significa hacerse valer y respetarse. Agradece a la persona el regalo que te hace y explícale por qué no te gusta. Esto les da la oportunidad de conocerte mejor y entablar una relación. La mayoría de las veces, regalamos algo que nos gusta, así que agradecemos a la persona (el gesto de regalar). Personalmente, pido a la persona que se quede el regalo para ella, porque sé que le hace feliz.

2. El arte de dejar ir:

No tomes el regalo como un "ataque" personal. Aprender a soltar los sentimientos relacionados con nuestras propias experiencias vitales, miedos y ansiedades. Por ejemplo, cuando recibimos una prenda de ropa de una talla superior a la nuestra, puede remitirnos a nuestros sentimientos de baja autoestima (estoy gordo). Dejar de creer que la persona nos está enviando un mensaje: estás gordo. A menudo olvidamos que saber reconocer los tamaños en las distintas tiendas es todo un arte. Así que evita adoptar la postura del "espía" que intenta comprender un mensaje oculto en el regalo.

3. El arte de relativizar:

Se trata sólo un regalo, un momento de intercambio (impuesto o no), así que no le des demasiada importancia. Aprende a reconocer el "regalo detrás del regalo" y dite a ti mismo que aunque duela, acepto la oportunidad de curar este dolor. Puede ocurrir que el consejo anterior no se aplique, y que alguien realmente quiera enviarnos un mensaje con un regalo, momento en el que es importante aprender a aprovechar las oportunidades que nos da la vida para cerrar ciclos y heridas.

4. La regla de la gratitud: 

Da las gracias, pero de verdad, de todo corazón, incluso por el regalo que no te gusta. Aprende a reconocer las cosas positivas, en el gesto de dar está todo el deseo de compartir, de disfrutar. Aceptarlo con gratitud es una clave primordial en el arte de recibir. Si no sabemos estar en estado de gratitud por lo que recibimos hoy, no podemos esperar recibir más mañana.

Estos son mis consejos para hacer de un momento compartido un verdadero momento de felicidad y alegría.

Te envío todas mis energías positivas como regalo en este periodo de fiestas.

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